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Pareciese ser que durante este año 2020 más que nunca antes ha quedado en evidencia la necesidad de innovar y rediseñar el mundo que hasta hoy habíamos construido.
Respondiendo a esta necesidad es que una empresa Colombiana ha desarrollado una nueva tecnología de construcción de viviendas permanentes o temporales, albergues, aulas, salones comunitarios, carreteras, refugios para animalitos, entre otros.
A través de dicha iniciativa, es posible reducir las emisiones de carbono, hacer uso productivo de la excesiva y acumulada producción de plástico a nivel global, tanto como proporcionar una vivienda de transito o definitiva para personas en condiciones de calle.
Esta tecnología aporta a la reducción del calentamiento global, al mismo tiempo que permite reducir la brecha de la pobreza extrema, por lo que la implementación de ella ha sido destacada positivamente por su alto impacto: social, económico y medioambiental.
Para la construcción de estas viviendas solo se necesita que los desechos plásticos reciclados se derritan y se vierten en un molde para producir bloques de plástico que en la práctica funcionan como piezas de lego, lo que permite que posteriormente las comunidades o familias participen de manera muy fácil en la construcción y ensamblaje de sus propios hogares.
Cabe mencionar que el material de construcción obtenido tras este proceso es: resistente al fuego, a los terremotos, aislante de temperaturas, y permiten instalar conexiones eléctricas seguras.
Por último, este nuevo sistema de construcción, se encuentra ampliamente abierto y en la búsqueda de empresarios y emprendedores dispuestos a involucrarse, pues si bien la materia prima se encuentra disponible en todos los confines del mundo, aun no hay suficientes compañías involucradas que permitan satisfacer las necesidades del mercado.