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El dibujo que acabas de ver corresponde a la interpretación de un niño Sirio respecto del conflicto bélico en actual desarrollo en su país.
Es imposible que esta representación no sacuda el corazón de sus testigos y pareciese ser aún más difícil conseguir explicar a un niño que después de más de 2000 años de evolución histórica, aún la humanidad no ha aprendido a erradicar la “guerra” como estrategia o solución a los conflictos políticos, económicos y religiosos.
Con objetivo de entender el conflicto sirio, es fundamental entender las razones de cada una de las partes involucradas, y para ello resulta esencial conocer las dos diferentes corrientes islámicas representadas por: El Chiismo y el Sunismo.
Para los Chiitas, solamente los descendientes directos de Mahoma estas autorizados a ser líderes de fe.
Para los Sunitas, no es necesario que los líderes procedan de Mahoma.
El actual presidente de Siria, Bashar Al Assad pertenece a la minoría chií, pues Siria es un país mayoritariamente sunita. Debido a estas circunstancias es que Al Assad no puede responder a las peticiones de abandono al poder, pues en caso de hacerlo lo perdería para siempre.
En los anos 80s, el padre de Bashar AL Assad, quien se encontraba al mando del gobierno, frente a las protestas populares que exigían su renuncia, respondió con gran violencia, estrategia catalogada como exitosa pues consiguió reprimir la desobediencia civil, la resistencia armada y a las revoluciones insurgentes.
En la actualidad, durante el año 2011, Bashar Al Assad hijo tuvo que afrontar una situación muy parecida teniendo que enfrentar las solicitudes del movimiento denominado como Primavera Árabe.
La Primavera Árabe, si bien partió como protestas populares, en varios países, creció sistemáticamente consiguiendo un alzamiento civil de protagonismo global.
En Túnez y en Egipto las rebeliones derrocaron a los respectivos gobiernos en pocas semanas, pero en países como Libia o Siria, el gobierno respondió violentamente y se negó a abandonar el poder, lo que llevó a la población a conseguir armamento e iniciar guerras civiles en ambos países.
En Siria, la guerra se ha prolongado por más de dos años y medio, del mismo modo el impacto bélico se ha intensificado, a la fecha los registros estiman en cientos de miles la cifra de muertos; por ello, muchos especulan que la situación de Siria es la expresión más oscura de la Primavera Árabe.
Tras este conflicto, evidentemente la alianza estratégica de Siria, Irán y la Organización Terrorista Libaneza Hezbolla se ha intensificado, mientras por otro lado la alianza opositora establecida entre Arabia Saudita, Emiratos Árabes Qatar se encuentran prestando apoyo financiero y logístico a los rebeldes sunitas detractores del actual gobierno chií de Al Assad.
La magnitud del conflicto Sirio, por supuesto ha traspasado sus fronteras, y no solo comprende figuras islámicas. Ejemplo de ello son dos grandes actores relacionados, representados por Rusia y E.E.U.U.
Rusia desde los inicios del conflicto ha apoyado al gobierno de Assad. Pues el único puerto marítimo en el área, que no se encuentra en el territorio ruso, es el puerto de Tartus ubicado en la ciudad de Siria frente al Mar Mediterráneo.
E.E.U.U por su parte apoya a los insurgentes sunitas con objetivo de derribar al gobierno chiita de Al Assad y así conseguir debilitar la alianza Iran – Siria- Hezbollah, anteriormente mencionada.
Alianza caracterizada por ser la principal enemiga de Israel, quien por su parte, resulta ser: el mejor aliado americano en Medio Oriente.
Lamentablemente con el escenario antes descrito, las predicciones para el futuro de Siria pareciesen ser bastante desalentadoras.
Una vía de solución pacífica al conflicto podría ocurrir en caso de una solicitud de intervención internacional por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
Intervencion a realizar si se lograra comprobar el uso de Armas Químicas por parte del Gobierno Sirio, pues este acto demostraría una evidente violación a los Derechos Internacionales de la Convención de Ginebra.