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El prestigioso medio de comunicación “The Economist” ha publicado los resultados de su estudio anual.
Una investigación que involucra a 140 urbes a nivel global, en la cual se ha ubicado a “Canadá” como el tercer mejor país del mundo donde vivir.
En las siete primeras posiciones se encuentran:
1-Austria, Vienna
2-Canadá, Vancouver
3-Canadá, Toronto
4-Canadá, Calgary
5-Australia, Adelaide
6-Australia, Sídney
7-Finlandia, Helsinki
Ahora dentro de “Canadá” las tres ciudades anteriormente mencionadas (Vancouver, Toronto y Calgary) repiten su presencia en el denominado top cinco de las mejores ciudades donde residir.
Los factores tomados en consideración por “The Economist” para la elaboración del reporte anual radican básicamente en los siguientes puntos:
Estabilidad de la ciudad respecto al año anterior.
Sistema de salud.
Educación e Infraestructura
Cultura y Ambiente
La ciudad de Calgary fue catalogada como una comunidad de negocios que avanza y que ofrece grandes opciones a nivel cultural, pero es en este mismo ámbito que se debe seguir trabajando pues “cultura y ambiente” es el punto más débil de su estadística, tanto como: los extremos cambios de temperatura que la ciudad presenta.
Según “The Economist” las calificaciones obtenidas por cada ciudad fueron porcentualmente muy parecidas entre una y otra. Pero sin lugar a dudas, se puede concluir que las primeras posiciones las alcanzan aquellas ciudades que reúnen tres simples factores:
- Un tamano mediano.
- Baja densidad poblacional.
- En países de grandes riqueza.
El medio de comunicación, tras la divulgación del esperado reporte explico que debido a la contingencia actual, lamentablemente la mayoría de los países evaluados, no presento cambios auspiciosos respecto del año anterior.
Algunos temas directamente relacionados a esta afirmación y a modo de ejemplo son: los problemas e inestabilidad en medio oriente, la austeridad de Europa, tanto como el descontento general que se ha venido dando en grandes países emergentes como China.
En el inminente clima de guerra que se ha desatado recientemente a nivel global, destaca que la amenaza de un conflicto armado no sólo causa daños en su propio entorno, sino también afecta la infraestructura, colapsa los hospitales, afecta la existencia de bienes y servicios, así como la realización de actividades recreacionales.
Afortunadamente como mencionábamos en los párrafos anteriores Calgary se encuentra muy lejos de esa realidad, destacándose positivamente por su ambiente no violento, las bajas tasas de criminalidad, y ausencia de insurgencia civil, terrorismo o guerra.